sábado, 14 de agosto de 2010

Elogio del horizonte.

Eduardo Chillida.


En el horizonte enmarcado  parece que el cielo toca la tierra, la razón dice es mentira, pero es  en el espacio que encierra, es decir, dentro del hombre, que hace este objeto, donde verdaderamente  la fe dice el Cielo toca la Tierra.

4 comentarios:

Claudia dijo...

Y así la Tierra se incluye en el Cielo, la escultura de Chillida El elogio del horizonte ofrece una gran variedad de sensaciones al visitante. Muy bello lugar.

un hasta pronto afectuoso.

javier dijo...

Esa enorme piedra de Chillida parece ofrecernos un abrazo a todos.
Y dan ganas de ponerse allí, debajo de ella, para dejarse abrazar entre el cielo, el mar, la hierba y ese pedacito de tierra que han dejado al descubierto los pies de quienes se han puesto allí debajo, esperando el abrazo.

Theo dijo...

Hola.

El buen arte tiene eso hermana Claudia.

Lo del abrazo, es muy intenso, ahora lo veo, sí, conforta, qué importante es abrir bien los brazos. Gracias D. Javier.

Theo dijo...

Hola
"ese pedacito de tierra que han dejado al descubierto los pies de quienes se han puesto allí debajo" como el desgaste del reclinatorio del confesionario. Gracias D Javier. GRACIAS por comentar en mi blog.