sábado, 23 de febrero de 2008

MI SEÑOR ES MUY MACHO.

Hoy Sábado, escuchamos la parábola más bella del evangelio, dos hijos que tienen un Padre, por afinidad mi corazón late emocionado por el pródigo en esta palabra del Maestro.

He oído muchas veces que nos espera con los brazos abiertos, que aguarda, que es paciente y que llama, todo muy cierto, nos llama a gritos si es necesario, pero sabe también que estamos sordos con el ruido del Mundo, encadenados y esclavos, nos conoce, así que, con decisión, como valiente guerrero, con arrojo, sale en busca de su oveja.

¡ Mi Señor es muy macho, santo y fuerte !

Al retornar a casa, la Iglesia, el abrazo de Dios Padre con la venida del Espíritu Santo que nos sumerge en un trocito de Trinidad es indescriptible, y muestra que tan profunda es la fosa abisal de ese mar en el que arroja nuestros delitos para jamás volverse acordar de ellos; ¡Señor! Quiero perdonar así.

La Misericordia es un Océano.

Sí, Dios encarnado es el Buen Pastor; las cuenta y al ver que le falta una sale a por ella; por que es suya, suya, suya.

¡Vaya con las lágrimas! bufff ya estoy llorando.

No hay comentarios: