viernes, 14 de septiembre de 2012

Vivir en castidad


¿Que es en mi vida la castidad?

La libertad en la que vivo puedes imaginarla de muchas formas. Te explicaré cómo vivo y desarrollo mi sexualidad en plenitud. Tal cual lo has leído. Ya me dirás tu plenitud cuanto tiempo y altitud alcanza en vuelo.

Salir corriendo cuando en otro tiempo entraba al galope es la mejor estrategia para conseguir equilibrar mi ser. Habrán otras técnicas, huir para evitar me funciona. Porque no eres un pito, me niego a ser gobernado por el instinto, un lobby de salón de espera, mi antojo, mi capricho compulsivo y mis vicios. Las cadenas de la esclavitud y del pecado fueron rotas en la confesión sacramental. No sé como funcione una terapia, lo desconozco, yo te hablo de mi experiencia vital. A mí me ha liberado JESÚS.

La falta de encuentros, de actividad sexual y no precisas que te diga más, lejos de quitarme algo me ha llenado al dejar hueco, me ha sosegado en tal modo y grado que siento una completa armonía entre mi cuerpo y mi espíritu. Gozo, gozaba más antes, al principio era  de flipar ahora mi gozo me parece que ha madurado y comienzo a  habitar y existir un misterio: vivo. El tiempo me cunde mucho más. Estoy atento a vivir el momento con mayor intensidad, los sabores, los colores, la música, todo a mi alrededor han adquirido mayor nitidez y claridad, gozo mucho más a cada paso del camino. El sol tenía días que no se ponía y otros muchos que no amanece.

No buscar un gozo efímero que  no me saciará, más al contrario, me robará y dejará falto, carente de amor, me permite llenarme hasta desbordar de alegría al lograr hacer un hueco inmenso, insospechado en mi corazón. Basta cuidar comer y beber con moderación para estar siempre alerta sin  obsesión, es como un vigía en la torre o un candado en la puerta.

Yo también tengo incendios como tú. Sí claro, tal vez más a menudo cuanto más despistado estoy. Bueno, tal vez me encuentres corriendo a por agua en vez de ir a por el fuelle. No escucho, no entro en conversación con la llama porque si lo hago pensando que soy de piedra la carne me traicionará y caeré. Si caigo me he de levantar con la ayuda de Jesús que no me deja tirado y de mis galones que quieren seguir caminando porque si Él no tira la toalla su mendigo quiere seguirle hasta el amanecer del nuevo día.

Sí, día a día, al principio era tarea fundamental, adiestramiento general a cada paso, con el tiempo los buenos hábitos hacen virtud y no vas pisando charcos ni con la vista suelta. Este borriquillo no quiere distraerse.

Todos los días me alimento bien. Una vida en castidad con plenitud, sin amargura ninguna es una vida eucarística en la que comes y te das a comer. Ser cristiano es ser otro cristo de tu hermano Cristo presente en cada uno que convive y tratas a diario. El mismo cristo eucarístico que quiere que todos los días medites un misterioso rincón de su Pasión.

Castidad es oración aplicada y viva en mis deberes cotidianos.Orden y equilibrio en mi ser; cuerpo y alma y la creación.

Castidad es la alegría que puedo ver, sentir y vivir en mis hermanos  con diversos estados; casados, solteros, novios, etc y que me permiten aprender a compartir el amor que Dios nos tiene.

Castidad es soledad que me adentra y fortalece en el mar de muchas noches con aguaceros de lágrimas.

Abrazo con todas mis fuerzas mi cruz y te animo a que abraces la tuya también para descubrir la vocación tan maravillosa a la que hemos sido llamados en medio de un mundo que necesita saber que Dios ha enviado a su Hijo al mundo para salvarlo y que somos testigos del Amor, sí, cristianos.