miércoles, 25 de julio de 2012

Y yo me quedé de pie sobre la playa.

Soy testigo de la cruel batalla
bajo el cielo de Soar.

viernes, 13 de julio de 2012

Habitar

Morar. Orar.

Tomamos el azul y hacemos habitar en él el amarillo, resulta el verde.

Añadimos al 5 el 6, resulta el 11.

Tocamos una nota y manteniéndola tocamos a la vez  otra y obtenemos una tercera.

en mi ser habita Él y resulto un misterio.

Pero en Él habitan tres y el resultado es Dios perfecto.

Tienen que ser tres habitados, tres que moran y resultan sin ser una combinación, ni una suma ni un añadido. Resulta de una habitación eterna de tres que moran.


Me detengo en una parte y así demoro procurando callar y esconder un gozo incomprensible que me abraza mientras a penas alcanzo a escribir sin querer comprender bien lo que gusto, sentado sencillamente como un mendigo a la mesa del ser para siempre.