lunes, 6 de septiembre de 2010

Éste es el paisaje

¿recuerdas la pocilga sensitiva?, aquí sólo el oído y la vista del alma van y el camino, aunque los hay que hablan de grandes vergeles, por donde voy no es más que el de un huerto cerrado. Sabes bien lo que entierras, y lo entierras decididamente en verdad, realmente muerto.  ¡Qué difícil es enterrarse uno!, tanto que necesitas su ayuda, caminando con tu Señor sientes por un lado la seguridad, te sientes fortalecido y acompañado hasta el punto en el que estás solo, completamente solo, y pareciera que hasta abandonado, en esa soledad te desprendes de aquel amigo, de aquel sitio, de aquel teléfono y dirección de correo electrónico. Parece que nadie te ve, tal vez por dentro te sentirías mejor si lo supiésemos todos, cómo sueltas, pero allí no aparece nadie hasta que lo arrojas lejos, entonces descubres que vuelve a fluir la sangre, el agua en tu interior y una paz y alegría te inundan.

Los caminos por los que voy no tienen grandes paisajes de bosques y ciudades, esos parajes los enseña el enemigo para que andemos muy apartados. El camino que recorro está lleno de piedras en las que puedes tropezar, de sufrimiento y dolor, de sudor y aspereza, jamás lo he ocultado. En él está el Señor en los demás, en el que te viene a pedir, en el que te saluda, en el que te dice que está enfermo y que espera que al menos tú le vas a comprender, no vas a arrojarle a la cara ese lapidario "te lo buscaste", porque en el fondo, por aquí sé bien que lo va a Encontrar.

Mira el paisaje que veo:




Y a lo que voy a Jerusalén, ya lo imaginas. No somos muchos los que andamos, pero os tenemos a todos presentes desde el primer paso en la compañía del Señor, no nos falta uno. Cuando entierras un grano, germina, crece una planta que poco o nada tiene que ver con lo que sembraste y buscas, y todo es un ¿cuándo tendré los frutos?, esperar, dejar que te rieguen, podar todo lo marchito o que crece por donde no debe, cada día tiene dos o tres momentos fuertes de soledad, ¡pero qué poco soy! y un ¿qué tengo Señor que mi amistad procuras?, ¿tú que me ves? y esa sed o hambre de buscarlo y querer ver con sus ojos, saber que soy el publicano, que soy el desnudo, el miserable, el enfermo, el pecador me arroja a sus brazos que vuelan veloces a mi encuentro. Saber hacer silencio -mírate Flordelsilencio-

¡Dios me habla!

Y nos ha hablado a todos desde el destierro de Adán, no es un corán ni un grant sahib, ¡es una Biblia!, esto es, un Dios que camina con nosotros y que hace 2000 años envió a su Hijo para nuestro rescate, se Encarnó, Padeció y con su sufrimiento y dolor nos redimió y salvó y que ha resucitado, hablamos del centro del universo, de todas las cosas creadas visibles e invisibles por quien todo fue hecho, es un Dios vivo, un Dios de vivos, aquello de Dios de Jacob, Dios de Abrahán, Dios de Pedro, Dios de Juan Pablo II, y lo más apasionante: un Dios de Jesús, esto es, una Trinidad. Dios que es Padre, Dios que nos habita. Dios creador nos habla a nosotros sus criaturas, a mí ésto me estremece, Dios todopoderoso y eterno nos acompaña dentro de nosotros, a todos, Dios acompaña al hermano que tienes delante y detrás de ti, hasta dentro, lo más secreto, lo más íntimo, que sea él quién hable pues, el que rece y pida como conviene. Tú pega tu voluntad a la de él, que sea éste nuestro caminar. No te confunda nadie. Amar está en la voluntad, en tu alma de una manera sobrenatural por la Gracia. Todo lo que haces, hasta lo más pequeño es obra de encarnación en unión con Dios y hombre verdadero  crucificado.

Quizás vuelvas a ver el paisaje y quieras subir más alto para ver si llegas a divisar las ollas de carne de Egipto, como el sediento con los espejismos del desierto. Bueno, piensa que no es nada lo tuyo, culpable, pecador, miserable, así que mira al que traspasaron.

Al que cuelga del madero y déjate arrastrar hacia él, así como estás, solo, escondido, plantado en un huerto, miembro de un cuerpo, cuidado, alimentado en comunión.  Mira en los salmos las palabras de Jesús, identifícalas y luego tú pronúncialas y termínalas con un gloria a la Trinidad. Ésta es la oración del caminante, el Padre Nuestro de tu compromiso. Porque sabes lo que hay en ti, en el mundo y lo que has vivido, aquí no hay donde esconderse o engañarse, mira el paisaje, y cada paso que das es hacia Jerusalén, no la de los palacios y torres, no, es la Jerusalén de los escupitajos, los azotes, la humillación, la ignominia, el fracaso en el mundo y la cruz.

No sólo es así nuestro paisaje, algo lejano de aquellos primeros encuentros de conversión ¿verdad?, sino que el destino es tal vez más inquietante, pero ya sabes, él te dice, no tengas miedo, ¡Tú sígueme!


Y es que tienes que callar y hacer silencio para escuchar, Dios te habla, dime Señor que tu siervo escucha, reconocerás su voz y la seguirás, porque ya conoces su voz. Y verás cómo es la de la Iglesia, la tradición, la doctrina, la verdad.

Con el Catecismo, no sólo es el paisaje más bello, es el paisaje que habla del camino seguro al Cielo. Ojos y oído del alma en Gracia, claro, vamos, que no pases al raso la noche sin la contricción. Mis hermanos y yo necesitamos el Catecismo del tercer milenio. Al caer la noche tenemos que hacer un fuego, dormir en el Santo Sepulcro, dentro de sus entrañas de misericordia, correr la piedra repitiendo: Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu y acampanos en él, fiel y salvador, con su Espíritu dentro de él, tal cual -otro día te digo cómo- muertos de verdad, dormidos pues, sellamos el día de hoy para abrirlo en el Juicio. A la mañana el paisaje será el mismo o muy parecido, pero el día será completamente distinto, nos acercamos más.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he quedado muda ante este Agua que nace, y fluye con fuerza hasta llegar a la Vida Eterna.
¡Gloria a Dios!
;O)

Claudia dijo...

Saludos Theo,

¿Que puedo decirte?, ir a Jerusalén, no es asunto fácil, sin embargo ese abrazo de Cristo, es tan fuerte que es imposible soltarlo.

A pesar de los obstáculos y tropiezos, conoces el camino, la meta, y eso a pesar de ir a dormir al sepulcro y avanzar sin sentirlo, con la paz y los giros que se encuentran, el camino se recorre y se agradece el haberlo encontrado, te aseguro es hermoso pues se obtendrá una gran recompensa. Su escudo las Sagradas Escrituras, y más aún la palabra viva de los Salmos.

Te comprendo muy bien, gracias como siempre por expresarlo, Jesús obra milagros, y humildemente le seguimos solicitando no nos deje soltarle, continuar con su gracia de la fe y en el Juicio nos mire y nos conceda entrar a su reino.

Aquí no hay nada que temer. La Santísima Trinidad nos proteja y la Virgen María interceda en nuestra vida.

javier dijo...

¡Guau, don Theo! Esta entrada es profética. No sé si lo que se ve allá, al fondo del desierto, es el cielo de Soar, pero es hermoso. Tanto como el Camino.
¡Felicidades!

Theo dijo...

Hola. Es el agua que da Jesús hermana Felicitas, y que bebo en tu blog, por eso te suplico nos tengas en tus y vuestras oraciones para que nuestros hermanos se ENCUENTREN con él, vivo y verdadero.

Por el lado de Dios, así es, no tengo nada que temer hermana Claudia, resulta que todo lo temo por el mío. He descubierto hace poco que puedo leer, el justo,como el salvador, Jesús.Y que en los salmos el mismo hijo en su humildad, como hombre verdadero que también es, reza con palabras del Espíritu Santo, que es el mismo flujo de la Trinidad, él es el diálogo de amor del que ES y que con mucha vergüenza, por completamente inmerecido, he de decir que nos habita y, y ya no sé donde estoy si aquí o allí.....


Gracias D. Javier, la historia de la salvación de Soar es tan..... de Dios, que sólo puedo llorar de alegría. Creo importante mostrar cómo se ve desde el Camino, hay mucho que hacer aquí en gracia de Dios pero sabiendo que somos habitantes del Reino allí en ese Cielo que es Dios ya aquí Emmanuel: vivo, sacrificado, muerto y resucitado.

Gracias por comentar.

Angelina de Maria dijo...

QUERIDO AMIGO:

CON RESPECTO A LO QUE COMENTASTE EN MI BLOG, ESA ES LA INTENCION, QUE SALGAS LISTO '' PARA LA LUCHA '' ME ENCANTA QUE SIEMPRE BUSQUES MAS Y MAS DE DIOS...
EL QUE BUSCA ENCUENTRA!
NO TE CANSES, AMIGO!
UN ABRAZO...

Miriam dijo...

Hay mucho en este post.
Por lo pronto, de la primera lectura, me he quedado ocn la imagen de Jerusalen, la del sufrimiento.
y me asusta. ¿y si no puedo?
Pero creo que Dios concede a su vez las gracias necesarias para llevar la cruz. Y para levantarme cuando caigo.
El es mi Padre

MDR dijo...

¡Hola Theo!
Perdona que hasta hoy vengo, tu entrada la aprecio desde varios puntos de vista.
Te digo que un testimonio tan impresionandte que escribió Angelo en su blog de siete en familia, me aclara mucho de lo que dices aquí.
Besitos.

Angelina de Maria dijo...

MARAVILLOSO THEO...LEER ESTO FUE UN CAMINO...TODOS LO ANDAMOS,NO OLVIDEMOS ENTREGAR MINUTO A MINUTO EL ALMA AL PODER DEL DIVINO ESPIRITU SANTO,PARA QUE MORE EN NOSOTROS Y NOS GUIE A REALIZAR LA VOLUNTAD DE DIOS,ASI NINGUNA OSCURIDAD PROPIA DE CADA UNO DE NOSOTROS NOS HAGA TROPEZAR O VOLVER ATRAS...TODOS LOS DIAS UN DIA Y DEBEMOS VIVIRLO COMO SI FUERA EL ULTIMO.
UN ABRAZO MI QUERIDO AMIGO.
ANGELINA DE MARIA.

Theo dijo...

Hola.

Procuraré seguir buscando hermana, tu blog también me anima a hacerlo.

Es importante ese punto de vista, el de nuestro Padre y vivir con alegría, tienes razón, hay que ponerse en el mejor sitio para mirar las cosas.

Hermana María del Rayo, el blog de Ángelo tiene unos testimonios preciosos y un apartado de oración muy fuerte, intenso, para la meditación.

Sí, hermana Angelina de María, cada día un hoy para cumplir la voluntad de Dios y llegar al fin del día y cerrar con él el 17 de septiembre de 2010. Gracias Señor por este día.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Angelina de Maria dijo...

Amigo querido todos estamos solos y abandonados,por eso debemos ser fuertes y tener mucho animo en Cristo Jesus...SE VALINTE Y LUCHA POR TU SALVACION ESE ES NUESTRO DEBER.UN ABRAZO ANGELINA.

Theo dijo...

Hola. Gracias hermana, contigo me siento acompañado.gracias.