viernes, 14 de mayo de 2010

Guardarse


A lo largo del día, hay que ir haciendo pequeños gestos, mortificaciones, dominando la voluntad, domando la vista y la curiosidad. Y esto, creeme, para novatos y expertos, principiantes y maestros, que no te vengan con cosas, que lo más maduro es lo más seguro y aquí sólo hay un MAESTRO y los demás tenemos mucho que aprender, sí, pero CAMINANDO JUNTO A ÉL.


Quien evita tiene segura la victoria. Es enorme la alegría y libertad que se vive al permanecer en CASTIDAD. Inimaginable para quién no lo ha probado. Pruébelo quien quiera saborear la LIBERTAD de los Hijos de Dios y ya me dirá, seguramente tú ya sabes de que te hablo, bueno, pues eso, y con la pureza del corazón vemos pero que mucho mejor. es más, profundizamos por parajes reales imposibles de imaginar.
Camino por un desierto. Con pocas cosas. ¿cuánto crees que me duran en la mochila los trastos inútiles?


Cada día ESPERAMOS el encuentro y lo pregustamos en el corazón al rezar, también en nuestro cuerpo al recibir al mismísimo JESÚS en la Eucaristía. Dime, ¿qué hay más GRANDE hoy? ¿Cuándo he sido más rico y afortunado? ¿Cuándo he gozado de intimad más limpia y gozosa?, vale la pena ESPERAR para encontrarme con mi Dios en su banquete de esa manera en la que nos unimos todos los hermanos, cada uno luchando por superarse en sus propias debiliades, allí, todos juntos participando de la MISA y comiendo del mismo pan, ¡y qué PAN! bajado del CIELO, glorioso sabor a GLORIA de quien ESPERA, AMA, ADORA y por amor misericordioso de mi amado, CREE.


No dejemos que nuestros hermanos se pierdan lo mejor de la VIDA por seguir la mentira en pestilentes senderos perdidos, tampoco hablemos mucho de ello, basta que nuestra vida en él, nuestro CAMINO los ilumine y descubran la VERDAD, así, ellos mismos empezarán a recorrerlo, se enamorarán de su SALVADOR, aquel que un día tomó la vía de la cruz por mí, por ti, por cada pecador.


Cómo odio cada pecado mío que hizo a tan buen Dios sufrir tanto y cómo me maravilla saborear en las pequeñas mortificaciones, giños y gestos el amor de quien amando entre llantos, lágrimas y gozos me declaró para SIEMPRE un amor incondicional, de brazos abiertos en los que está el PADRE, el HIJO y el ESPíRITU SANTO.


ESPERO su derramamiento en todos y que vuelvan a nacer de nuevo, no tener nada que explicar, ni testimonio que dar, que ellos mismos vivan la VIDA en ellos y formen con todos los demás que ya caminamos un río de LUZ.

1 comentario:

Francisco Javier dijo...

Muy bonito el post. Aunque la mortificación es difícil (bueno, depende de las metas que uno se ponga por delante).
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Ánimo con el blog, hermano, que llega a la gente...
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Un cordial saludo y que Dios te bendiga:
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Javier