sábado, 22 de enero de 2011

Dios te conoce y te ama.

Me lo digo muchas veces para encontrar reposo. Él no quiere que vuele con las orejas o bata los records olímpicos de remo, quiere que me esfuerce sin dobles intenciones, que mi mirada nmo lo pierda de vista.

En muchas ocasiones mi debilidad aparece como un gigante que pesa más que la tierra misma, parece que no hay otra cosa en el mundo que encontrar un momento para uno mismo sin contar con nadie, parece que nos islamos del resto de la vida y frente a nosotros, un cruce de miradas, un momento mal empleado y ocioso, cualquier despiste o error te ponen por un instante ante la posibilidad de desobedecer, de ser infiel a tu Señor, de ser egoísta por un mísero viejo momento. ¿Qué hacer?

Mucha suerte tengo si con toda la repugnancia del mundo y sin sabor comienzo a rezar, me digo, cuando acabe este rosario, luego si tal ya veré.....si tengo esa suerte ya he ganado, me han sostenido.

Si no brota la oración hay dos caminos, comenzar el diálogo, la peor de todas, porque no se vence con razonamientos, seguro tú también lo tienes visto y la otra es con la balanza, si hago esto o aquello con éste o aquel, romperé mi relación con el Señor, lo mandaré  azotar, es más yo mismo estaré empuñando el látigo, habré pasado a gritar ¡crucifícalo! y  a ladrar como otro mastín más, me sé tan poca cosa, que busco en ese instante tan apremiante los ojos del Señor, su rostro, más concretamente su mirada, si él me mira todo terminará y seguiré en pie, a puro latido digo "Jesús" y alguna cosa más que te sonará cursi si la lees escrita fuera del contexto de necesidad extrema, en mi pobreza espiritual y corporal, que abarca junto a mi espíritu toda mi pobreza personal.

Experimento el abrazo de Dios en la oración, junto al sagrario, él está allí, ¿cómo no vas a verlo más a menudo? me digo y es alucinante el privilegio de compartir con él, allí hecho "cosa" en un aparente pan por estar conmigo aquí de camino, Jesús es tan GRANDE, tan DIOS, que me enseña a amar mientras repasamos las cosas y sucesos del día o lo por venir en la jornada, que también para muchas cosas necesitamos un cable, he escrito muchas, si te digo que todas, dirás que exagero, pero te digo que son todas, porque si dejas que él entre en todas verás que salen mucho mejor, pero que muchísimo mejor, incluso las que salen al revés de como pensabas, porque a los pocos días ves que era con mucho lo mejor que podía pasar por los acontecimientos sucecidos después. ¿Cómo es posible que muchas veces estemos tan solos allí en la iglesia?

Si pudiera hacerme pequeño y entrar por esa puertuca, pasaría la noche durmiendo con él, él, que se ha hecho mi alimento para que lo coma y de él me alimente, locura de manjar que fortalece, anima, despoja, une, adhiere, eso es, adhiere, mi alma se pega a él y aprende de cada pasaje del evangelio cómo es nuestro Señor, su carácter, su manera de ver y hablar, lo que hace, lo que me dice. ¿y sabes dónde acabas descubriendo a Jesús?

En todos los hermanos.Dios está aquí entre nosotros vivo y resucitado, como él quiere de la forma que él quiere, que si entre varios, que si sacramentado, que si en los curas, que si en todos los que se acercan a ti hoy, conócelo, mira cómo te mira, ven y verás. ¡qué sí!


7 comentarios:

Miriam dijo...

Me encaaaaaaantaaaaa esta entrada, y voy a dejar más de un comentario (ale, eso te pasa por escribir así ;O)
Aquí va el primero:
Me ha recordado a algo que contamos en catequesis:
" Hay cien mil aventuras que corren los caballeros por sus damas.
Mil maneras que inventan para vencer los peligos y acercarse al objeto de sus ansias, sea una dama, un amigo del alma, hermanos, hijos o los padres ya ancianos...
Pero ¿a qué caballero se le ocurre disfrazarse de pan para quedarse cerquita cerquita? Mira que hay que tener imaginación,humor, y mucho mucho Amor.

El otro "ejemplo", es el algunos tios, abuelos, padres,vecinos que pq quieren un montón a sus niños, los "estrujan" en un abrazo para sentirlos muy cerquita.
Disfrazado de pan está lo más dentro posible (y además no te estrujan,y eso los crios lo agradecen un montón)
Un abrazo hermano Theo y que tengas un feliz y santo domingo

Margalida dijo...

Si pudiera hacerme pequeño y entrar por esa puertuca, pasaría la noche durmiendo con él

Hazlo!

Con nuestra mente podemos ir.
Me has recordado que a veces lo hacía...

Realmente somo pequeñitos y cabemos

Anónimo dijo...

Ojalá yo fuera igual de devoto que tú. Te lo digo en serio.

Anónimo dijo...

Esta entrada llena mi corazón...¿sabes?...a mi me gustaría ser como esa pequeña luz que siempre esta presente al lado del sagrario, día y noche, pequeña pero luminosa temblando la llama por Él...
Muchas gracias!!!

Juan dijo...

Qué gran reflexión. Y es muy cierta. Pocos teólogos lo hubieran resumido igual de bien.

Cuando uno es tentado y está a un milímetro de pecar, si se intenta negociar, es el diablo el que está al otro lado de la mesa de negociaciones. Nunca puede salir bien. Y orar sabiéndose uno tan insistentemente pecador y recalcitrante, no siempre sale bien.

El problema es muy complejo. Y para grandes pecadores, o personalidades muy débiles, seguramente se arrastrará durante toda la vida. La virtud consistirá en establecer una lucha permanente que a lo sumo quedará en tablas.

Y la solución precisamente es la que dices. "si pudiera colarme por esa puerta y quedarme...". Pienso lo mismo que tu. La solución para pecadores reincidentes (entre los que me incluyo) es estar contínuamente en cercanía física con lo divino.

Miriam dijo...

El no quiere que vuele con las orejas."Que gran verdad y que consoladora

El nos quiere cerquita suyo,apoyándonos en Él. Gracias Señor por tu cercanía, aunque a veces no me de cuenta

Theo dijo...

Hermana Miriam, me encanta el comentario racimo: El caballero hecho pan es genial.Lo del estrujado es tal cual, un amor que libera y vuela vertiginoso.

Hermana Margalida, nos invita a todos los que le visitamos a entrar en su estancia.

Hermano Soldado Vikingo, Jesús es tu mejor amigo, camarada, confidente, compañero de estudios y de juergas, me propuse estar todo el día con él, y el siguiente y así.Y cuando lo echo fuera, en seguida lo añoro y vuelvo a hacer las paces con él, con Jesús caminamos muchos y compartimos todo.

Hermana Gran Visigoda, ¡Qué preciosidad! la velita del sagrario, yo a veces más parezco las flores del jarrón, no todos los días están. Pero quisiera sustituir a las de plástico y llenar la iglesia con el perfume de Jesús.

Hermano Juanjo, lo has resumido mejor y te has quedado con el elixir del amor, estar físicamente junto a Jesús. Orar siempre funciona,el pecado no tiene fuerza.

Hermana Miriam,me encanta eso de "apoyándonos en Él".

Gracias hermanos por comentar.