miércoles, 21 de julio de 2010

Santos desiertos

Gen 3,21 El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió.


Lucas 1,41-44
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,

exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.


Mateo 3,4
Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre.

11,11
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.


Juan Bautista concebido con el pecado original, bautizado en el vientre de su madre con el E.S. y nacido de lo alto, no cometió ni pecado venial  alguno.
























La más pequeña mujer es María  y el más pequeño hombre es Juan Bautista.



















Adolphe William Bouguereau





Los movimientos del amor,
cosa de niños.

6 comentarios:

Angelo dijo...

Me encantan todas las pinturas de Bouguereau, tienen una ternura especial, me gusta mucho el cuadro la lección dificil y la costurera. Unas miradas preciosas.
Me alegro un montón de haberte encontrado.
Ciao, ci vediamo

Anónimo dijo...

A mí también me gustan mucho esos cuadros de los 3. Y las alusiones al desierto son hermosas, porque sabemos que en el desierto de todo, en ese silencio penetrante, nos habla el Amado suavemente al corazón, dejándolo gozoso y en Paz.
Esa Paz que el mundo no puede dar.
Un besito, Theo.
Dios te guarde.
;O)

MDR dijo...

¡Que hermosas pinturas!
El amor es algo sublime Theo, esta inscrito en nuestro corazón.
Besos.

Claudia dijo...

el pecado original, pues lo que pasó hecho está, afortunado él que en el seno materno fue bañado por el Espíritu Santo. Lo impactante es 11, 11, Dios nos quiere y mucho.

javier dijo...

Pues a mí, ¿qué quiere que le diga? esos cuadros me hablan más del encanto -indudable- del paganismo que del Amor Crucificado. No hay pobreza en la desnudez del Niño ni en el cilicio del Bautista. Solo hay sensualidad. Algo muy humano pero insuficiente para convertir al amado en amante. Perdone mi aspereza.

Theo dijo...

Hola.Gracias por comentar.

Eso precisamente quiero oír y aprender de su mirada:La Pobreza en la desnudez del Niño.El cilicio del Bautista.El movimiento en el espectador, ahora más cercano en el amor al amante Señor nuestro.Gracias.