sábado, 1 de marzo de 2008

DIOS ES COMO ES

Ten esto muy claro y experimenta en ti como no es un concepto, ni una energía, es Persona Trinidad, no podemos pretender comprender a Dios, antes de ver fuera mírate dentro, pero con humildad, la llave, podemos llegar muy cerca de Él, está en nosotros, tú rema mar adentro. Durante la época de esclavitud deformamos en nosotros a Dios, no le conocemos. El Señor se nos muestra como Es en su Palabra, mira tan sólo el Salmo 102, en La Biblia, en su Hijo. Caminando con el Señor, aprendiendo del Maestro, nos enseña el Amor pleno, obras hasta el extremo.

Escucha Israel... escuchemos la brisa de la Palabra de Dios, meditemos en cada rincón de este jardín de las delicias, en cada mirada y rasgo de nuestro amado.
¡Silencio! Dios habla, silencio interior y exterior, aprendamos a orar.

Vivimos un Mundo brutalmente idolátrico, no por tener un gran panteón de nombres y héroes, sino por tener casi todos un solo dios que no es Dios, un dios acomodado a nosotros, cada uno el suyo, que hace lo que nos conviene, un dios a la carta. Un dios lar propio y familiar. Sucede, que en todos esos dioses la deformación del Creador es tal, que, su carga es descomunal y el yugo asfixiante, los hombres hacen lo que Dios aborrece, el hombre mira a Dios desde el Orgullo.

Caminando, cayendo y levantándonos descubrimos la enormidad y bondad del mejor de los dioses, el único que Es, si, es Dios. Jamás he visto a Dios más grande que en el Confesionario; desde mi tierra y nada, veo a Dios Padre que me abraza, Misericordioso, Amándome, olvidando y perdonándome. Salgo limpio y blanco cual lana. Recorriendo la creación admiro a su creador en cada cosa sencilla. Cuanto agradan al Señor las cosas sencillas, bien hechas, con cuidado, diligencia y atención, en pequeños actos de amor al creador como Abel, cuanto gusta al Padre que le ofrezcamos nuestras cosas unidas a la Hostia Viva, a su hijo, su Pasión, Muerte y Resurrección. Ofrecerle lo mejor; El Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de su Hijo amado. Jesús es Misericordia. La gracia de Dios viene de manos de la Madre de Misericordia, que recoge las flores, las acomoda, embellece en ramo y nos las da para estar en la presencia de Dios con algo en las manos, el mejor presente, el de más suave olor, que decían, que aplacaba, el mejor aroma, la oración más cercana.
Jesús está en el Sagrario, en medio de los que rezan y se reúnen en su nombre, Jesús está en los pobres y enfermos, en los encarcelados y presos del pecado; Dios está dentro de nosotros y se deja ver y encontrar en los otros. El espíritu Santo que sopla en nosotros nos hace ver que cada carisma y gracia, aún siendo distintas proceden del mismo Dios, no hay más que ver la diversidad de vidas de los Santos, hay que leer las vidas de los santos, son fuerza, están en el Cielo y nos cuidan como hermanos mayores. Nosotros vivamos como Dios nos diga, cumpliendo su voluntad en cada ocasión y pequeño acontecer diario, meditando que la más bella criatura de Dios, la santísima Virgen María, pasó en vida por el mundo cumpliendo en todo la voluntad de Dios, dichosa, viva para siempre, por que nuestro Dios, el único, es un Dios de vivos y te aseguro que ha ganado batallas hasta navales como por ejemplo la de Lepanto.Dios es como Es y demos gracias al que Es, por que a menudo no pedimos como conviene, que claro lo veo a toro pasado, gracias Señor por que sólo me das lo que conviene y lo haces en abundancia. Te quiero Señor, te quiero, te quiero.
Qué poco te quiero.Cuánto de ti espero.

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