domingo, 27 de septiembre de 2009

La Fuerza



Viene del Espíritu Santo.




En el momento de la Tentación hay que ponerse en Oración.




Rezar durante el día, vivir en Comunión con toda la Iglesia.




Pero especialmente en el momento de la tentación acudir a refugiarse en el Señor


¡Señor Salva mi vida!


El que no reza en esa situación... acaba pecando. Sin Dios nada podemos, nuestra flaqueza y debilidad es la razón para ser sencillos y humildes. Siendo así,


¿cuánto tiempo crees que tardará Dios en socorrerte?...


Venga pues. Cuando te veas cerca de la caída, en cualquier aspecto de la lucha cristiana diaria, no va a ser todo pito ¿no?, en cualquier tentación, acude a tu Madre, a tu Amigo... y verás...