COMBATE

'Adviértase, de manera especial, que nadie puede resistir a las tentaciones impuras si no se encomienda a Dios cuando es tentado.
Este enemigo es tan fuerte que, cuando ataca, casi quita toda luz. Hace olvidar las meditaciones y buenos propósitos, y hace tener en poco las mismas verdades de la fe casi hasta perder el temor a los divinos castigos. estas tentaciones se conjuran con la inclinación natural desordenada que, con suma violencia, empuja hacia los placeres sensuales. El que en esta situación no recurre a Dios está perdido'.

-San Alfonso maría de Ligorio: 'El Gran Medio de la Oración'-

AVE MARÍA

¡MISERICORDIA SEÑOR, MISERICORDIA, POR QUE HEMOS PECADO!.

Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo como expiación por mis pecados y los del mundo entero.

SIEMPRE PRESENTE

¡Ruega por nosotros en el Cielo Santo Padre!

SEMANA DE MEDITACIÓN

La Semana Santa nos ayudará a meditar en la pasión de nuestro Señor, es necesario adentrarnos en el mar de la humildad, con confianza pedir Perdón y volver a comenzar, cambiar hábitos, alejar malas compañías, rezar por ellas, también son ovejas y seguramente merecen mucho más que Tú la presencia del Señor, pues ¡hala! a rezar por tus amigos, para que el Buen Pastor salga en busca de sus ovejas descarriadas. Acuérdate de aquella pocilga para detestarla e implorar a Jesús que salga en busca de tus hermanos perdidos.
Adoremos a Cristo Rey, adoremos la majestad y el honor en su presencia eucarística.
Esta Semana Santa tiene que crucificarnos de veras, para entrar en la vida, abundante en Cristo Resucitado.

É necessário uma Confissão Bem Feita.

A conversão é o verdadeiro grande caminho da fé:

quando tomamos consciência que certas atitudes e comportamentos são incompatíveis com nossa adesão a Jesus Cristo, é urgente voltar a viver a amizade com Deus.

Saber mudar os hábitos errados, é sinônimo de muita coragem!!!!, maturidade cristã e força de caráter.

Ora, esta decisão não é obra do ser humano, mas da Graça de Deus que opera maravilhas na vida da criatura.

Por isso o Senhor nos ofereceu, tornando-a visível no gesto sacramental, a sua Graça que perdoa e converte. Quem já fez a experiência dramática do pecado, sabe que no decorrer da vida têm momentos que uma santa confissão devolve o gosto de viver e salva nossa prática de vida cristã.

Procurar uma igreja (aberta!), encontrar um padre que nos escuta, acusar nosso pecado, suplicar o perdão de Deus, ouvir um bom conselho e voltar a enfrentar a vida com entusiasmo e serenidade: esta é uma receita eficaz para sanar tantos males, num mundo que anda tão doente!

Existe também uma necessidade de conversão menos dramática: trata-se dos momentos da nossa existência, quando a vida tem um decurso normal, sem muitos pecados graves, mas, mesmo assim, marcada por aquelas atitudes que entristecem nosso coração, como a preguiça, o egoísmo que paralisa nossa capacidade de amar, a impaciência que impede vivenciar relações humanas mais “educadas” e serenas; por fim todos aqueles pecados que demonstram pouco domínio de si mesmo e escassa capacidade de conviver com os demais.

Em todas essas situações corriqueiras é necessário ouvir o mandamento de Jesus de vigiar e fazer do sacramento da reconciliação um instrumento de revisão constante, para não ficar longe da Graça de Deus e de uma vida mais autêntica e saudável.

É comum escolher um padre confessor, que seja de nossa confiança, para nos dirigir, com continuidade, no caminho do bem e nos ajudar concretamente em toda situação difícil. Mas isso não deve nos fazer esquecer que a obra maior é realizada por Deus Pai, verdadeiro autor da nossa conversão e dispensador de todas as Graças.

O padre confessor não é um psicólogo e nem sempre o “experto” das várias problemáticas da vida. Pela própria fé cristã, confessar os pecados a um padre e receber o perdão é um ato sacramental, como a Eucaristia, isto é, um daqueles atos da Igreja no qual, acreditamos, estar presente e operante a ação do próprio Cristo.

Por isso nossa Igreja nos pede uma fé simples e uma prática perseverante!É necessário, portanto, re-descobrir o valor e a importância de uma “confissão bem feita”, buscar periodicamente este encontro com a Misericórdia divina e procurar caminhar na presença de Deus. A mãe Igreja, nos convida, hoje, a usufruir dos benefícios da confissão, não como forma legalista de apaziguar nossa consciência, mas como desejo sincero de re-encontrar o caminho da fraternidade e da justiça. Para isso precisamos continuamente nos converter, porque sem a Graça de Deus não há verdadeira conversão.

no sé cómo, ni porqué, pero qué bien se entiende así escrito... en portugués tú!

JESÚS ES MI MEJOR AMIGO

Estoy tan tranquilo, me siento tan seguro a su lado; ¡vivo enamorado de mi mejor amigo!.

A menudo, vivimos pitocéntricamente, sí, damos un protagonismo excesivo a nuestra condición y a la atracción, como si lo demás a su manera no tuviera ese protagonismo, eso sin duda se debe a que sentimos en nosotros una fuerza que nace de muy dentro y que tira mucho. El enemigo suele tener por tarjeta de visita esta entradilla; lo carnal nos atrae, y viéndonos acorralados y envueltos en la fascinación rebelde, nos olvidamos de tirar para dentro, adentrarnos en el bosque de la humildad en el que somos invisibles a tan sucios ojos, ya que siempre podemos escapar, Remando Mar Adentro, implorando el auxilio de nuestra MADRE, si, parece inadecuado llamarla en medio de tan sucias trampas en las que el enemigo saca de nuestro baúl de imágenes los más seductores recuerdos y mentiras de reinos y riquezas por dominar y someter. ¡Abramos fuego! a cañonazo limpio Salve a Salve, pruébalo, no falla.

Miro por mi ventana cosas pequeñas, si, son cosas sencillas, de la vida diaria, las de siempre, hoy me he propuesto realizarlas con el mayor amor.
Cada una de ellas irá engalanada con toda la entrega que pueda hacerme, me daré en cada cosa, en cada movimiento, hoy voy a estar en oración delante del Señor.
Estas pequeñas cosas cotidianas cocinadas al fuego del Amor gustan mucho a nuestro Señor.

DIOS ES COMO ES

Ten esto muy claro y experimenta en ti como no es un concepto, ni una energía, es Persona Trinidad, no podemos pretender comprender a Dios, antes de ver fuera mírate dentro, pero con humildad, la llave, podemos llegar muy cerca de Él, está en nosotros, tú rema mar adentro. Durante la época de esclavitud deformamos en nosotros a Dios, no le conocemos. El Señor se nos muestra como Es en su Palabra, mira tan sólo el Salmo 102, en La Biblia, en su Hijo. Caminando con el Señor, aprendiendo del Maestro, nos enseña el Amor pleno, obras hasta el extremo.

Escucha Israel... escuchemos la brisa de la Palabra de Dios, meditemos en cada rincón de este jardín de las delicias, en cada mirada y rasgo de nuestro amado.

¡Silencio! Dios habla, silencio interior y exterior, aprendamos a orar.

Vivimos un Mundo brutalmente idolátrico, no por tener un gran panteón de nombres y héroes, sino por tener casi todos un solo dios que no es Dios, un dios acomodado a nosotros, cada uno el suyo, que hace lo que nos conviene, un dios a la carta. Un dios lar propio y familiar. Sucede, que en todos esos dioses la deformación del Creador es tal, que, su carga es descomunal y el yugo asfixiante, los hombres hacen lo que Dios aborrece, el hombre mira a Dios desde el Orgullo.

Caminando, cayendo y levantándonos descubrimos la enormidad y bondad del mejor de los dioses, el único que Es, si, es Dios. Jamás he visto a Dios más grande que en el Confesionario; desde mi tierra y nada, veo a Dios Padre que me abraza, Misericordioso, Amándome, olvidando y perdonándome. Salgo limpio y blanco cual lana. Recorriendo la creación admiro a su creador en cada cosa sencilla. Cuanto agradan al Señor las cosas sencillas, bien hechas, con cuidado, diligencia y atención, en pequeños actos de amor al creador como Abel, cuanto gusta al Padre que le ofrezcamos nuestras cosas unidas a la Hostia Viva, a su hijo, su Pasión, Muerte y Resurrección. Ofrecerle lo mejor; El Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de su Hijo amado. Jesús es Misericordia. La gracia de Dios viene de manos de la Madre de Misericordia, que recoge las flores, las acomoda, embellece en ramo y nos las da para estar en la presencia de Dios con algo en las manos, el mejor presente, el de más suave olor, que decían, que aplacaba, el mejor aroma, la oración más cercana.
Jesús está en el Sagrario, en medio de los que rezan y se reúnen en su nombre, Jesús está en los pobres y enfermos, en los encarcelados y presos del pecado; Dios está dentro de nosotros y se deja ver y encontrar en los otros. El espíritu Santo que sopla en nosotros nos hace ver que cada carisma y gracia, aún siendo distintas proceden del mismo Dios, no hay más que ver la diversidad de vidas de los Santos, hay que leer las vidas de los santos, son fuerza, están en el Cielo y nos cuidan como hermanos mayores. Nosotros vivamos como Dios nos diga, cumpliendo su voluntad en cada ocasión y pequeño acontecer diario, meditando que la más bella criatura de Dios, la santísima Virgen María, pasó en vida por el mundo cumpliendo en todo la voluntad de Dios, dichosa, viva para siempre, por que nuestro Dios, el único, es un Dios de vivos y te aseguro que ha ganado batallas hasta navales como por ejemplo la de Lepanto.Dios es como Es y demos gracias al que Es, por que a menudo no pedimos como conviene, que claro lo veo a toro pasado, gracias Señor por que sólo me das lo que conviene y lo haces en abundancia. Te quiero Señor, te quiero, te quiero.

Qué poco te quiero.Cuánto de ti espero.

Se hace Camino al andar, somos ovejas de su rebaño,Él es el Pastor, el Maestro, nosotros tenemos que hacernos pobres, soltar lastre para el viaje, renovarnos cada día, somos como los pescadores de Galilea, estamos llenos de pecado, si, con Jesús a nuestro lado, Todo lo podemos.

El Señor no se avergüenza de nosotros, nos conoce muy bien, fue a por nosotros a la pocilga abismal a reclamar lo que es suyo, nos ha curado, nos mima, nos abraza, ya ha dado muestra de su amor por nosotros y meditando la mayor proeza de los tiempos, La Pasión, sacamos agua viva en abundancia del Manantial del Amor.